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Madre Teresa de Calcuta

martes, 26 de abril de 2011

El reloj avanza, no se detiene



He visto como me turbaba en pensar que el tiempo va pasando tan rápido para mi hija, ya las señales del paso del tiempo no sólo se reflejan en mi, soy una mujer madura ya, con una niña atrapada adentro eso sí, pero el número de velitas que apagué el año pasado demuestran que ya pasé la barrera de los 35, no me apena, en realidad me llena de satisfacción de haber podido llegar a ésta edad con salud y con una apariencia física de la que no reniego, además dicen que se me ve muy bien para mi edad jejeje. Como les decía el tiempo no solo ha pasado en mí, sino en mi hija, en mi niña, que a veces aun llamo "mi bebé" ella ya tiene 10 años, y está pronta a entrar en la pubertad, la edad más difícil creo, debo confesar que me asusta un poco, no por lo que yo pueda pasar, sino porque espero de todo corazón que realmente yo pueda ser la madre que ella espería que yo sea, poder ser su real apoyo en esta dura etapa de su vida, y no sólo la "madre mandona" que no entiende razones, ahora que soy madre sé porque lo que le hice pasar a mi mamá, en realidad las madres de uno no fueron los ogros que nosotros pensamos ni madres intransigentes, lo que sucede es que debían poner órden, límites para que seamos mujeres y hombres de bien, esto de ser hombre y mujeres de bien, uno no lo entiende a esa corta edad, porque apesar de lo que pensamos no somos ni tan grandes ni tan maduros como decimos, estamos apenas empezando a vivir, pero ya nos creemos la "mamá de Tarzán", porque tenemos cambios, porque nos vemos más adultos, en realidad no somos nada de eso. Ahora sé porque mi madre me decía tantas cosas, todos sus consejos no eran en vano, y yo trato cada día de ser eso que mi madre me inculcó, lo que las madres bien enseñan no se olvida, se convierten en la voz de tu conciencia, creo que la voz de una madre persigue a los hijos hasta cuando son muy grandes y tal vez hasta que ya se deje de existir, esas palabras es lo que te va quedando, es como tenerla cerca aunque no esté y sabes que lo que te decía en lo que ella hacía énfasis, ella tenpia razón, siempre la tuvo, todo el tiempo pero eran tus ganas de ser rebelde lo que no te dejaba ver con claridad, ahora de adulto una sabe que la madre o los padres sabían el porque de tanto "regaño " de tanto "sermón".



Cuando fui adolescente en realidad era muy rebelde, muy distinta a mi hermana mayor, pero siempre quería agradar a mi madre eso lo recuerdo muy bien, quería aceptación, sentía que si hacía algo bien ella me lo demostraba mucho con sus cariños, con sus atenciones. mis padres fueron unos padres ejemplares, siempre estuvo mi mamá cerca de mi hermana y yo, era modista y tenía un pequeño taller en casa, el recibidor se convertía en sala de espera para sus clientas, y era muy común ver a mi mamá con la cinta de medir en el cuello durante casi todo el día. No nos desatendía, ella siempre nos tuvo la comida lista, los uniformes, la casa arreglada, a ella le alcanzaba el tiempo para todo, era incansable, y aun a su edad, ya tiene 72 años, aun sigue siendo una mujer muy productiva, recuerdos sus palabras, las historias que nos contaba, y su rica sazón, aunque todavía cocina y podemos disfrutar de su comida y de su presencia, espero por mucho tiempo, espero en Dios que así sea. Pasabamos horas mirando los "figurines de moda" que eran revistas con modelos de prendas de vestir, nos entreteníamos igual que ella, pasabamos unas tardes deliciosas juntas, las tres, y siempre tenía algo que contarnos, ella és y sigue siendo la mujer que más yo he admirado, la mujer que siempre estuvo dispuesta a ayudar a alguna amiga, y aun así tenía tiempo para todo en casa y para sus hijas.




Realmente, el tiempo pasa y nosotras no somos las mismas, mi madre, mi hermana ni yo, tenemos compromisos diferentes ahora, pero las enseñanzas de mi mamá aun siguen presentes y creo que son en la mayoría lo que nos ha hecho lo que somo hoy en día, su amor incondicional me ha ayudado mucho con lo que es tener que educar a mi hija, el compromiso que uno adquiere al traer al mundo un bebé, y es un o de los mas grandes retos del hombre y dela mujer, saber hacerlo para que el hijo que estás formando pueda salir adelante solo cuando uno ya no esté esa es la consigna. Veo a mi nena crecer y yo sólo espero poder estar haciendo un buen trabajo con ella, y sobre todo que ella sea felíz, su felicidad será la mía, su tranquilidad será tambien la mía, o existen fórmulas mágicas para ser padres, pero hay algo que es único: el gran amor que le podemos dar a nuestros hijos, eso creo que es lo más importante lo demas estoy segura que viene por añadidura.












2 comentarios:

  1. pues el tiempo sigue su curso lo bueno es afrontar la vida con optimismo...sigue escribiendo se extraña tus entradas

    bye

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  2. Hola amiga¡mas rapido pasa el tiempo y nosotros pasamos con èl.

    abrazo

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